miércoles, 8 de septiembre de 2010

Avisale a Messi e Iniesta que esperen


No hay dudas de que el 7 de septiembre de 2010 será recordado como el día en que los argentinos pudieron festejar por partida doble. No sólo su seleccionado de fútbol le dio un gran cachetazo en el Monumental al campeón del mundo español, sino que además los muchachos del básquet les dieron una gran alegría al eliminar a Brasil del Mundial y clasificarse a los cuartos de final.
Sin embargo, también podrá recordarse esta increíble jornada como el día en que el fútbol pasó, al menos por diez minutos y para los hinchas argentos que se hallaban en el estadio de River, a un segundo plano.
La curiosa anécdota se dio al momento en que los jugadores argentinos y los españoles entraron al campo de juego del Antonio Vespucio Liberti. Ambos estaban listos para entonar el himno de sus respectivos países y luego enfrentarse en el marco del amistoso que se había programado. Simultáneamente, los televisores ubicados en las plateas y sectores de prensa transmitían el duro cotejo por los octavos de final entre Argentina y Brasil, en Turquía, al que le faltaban escasos segundos para finalizar.
La mayoría del público posaba sus ojos, con una mezcla de nervios y ansiedad, en las pantallas que mostraban el ajustado triunfo del equipo de Sergio Hernández sobre el de Rubén Magnano. Nadie parecía notar que Lionel Messi y Andrés Iniesta, entre tantos otros futbolistas, se encontraban ya dentro de la cancha. O, al menos, los que lo notaron parecían pedir que aguardaran algunos segundos más para el comienzo del encuentro. Es que el básquet los tenía atrapados con una caliente definición.
Finalmente, Argentina derrotó al conjunto brasilero de la mano de Luis Scola por 93 a 89 y el Monumental estalló con un grito de festejo. Recién ahí, los hinchas pudieron concentrarse completamente en el comienzo del partido de fútbol. El triunfo obtenido en el básquet les dio un impulso que hizo que alrededor de 60.000 personas comenzaran a alentar al conjunto de Sergio Batista. Pero nadie hubiera imaginado que disfrutarían también de una goleada ante el “Tiki – Taka” de los dirigidos por Vicente Del Bosque. Lo que quedó claro es que Messi, Iniesta y compañía no fueron, por unos minutos, los protagonistas del lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario